Chocolate de Leite (chocolate de leche)

Una de las habitaciones de la trilogía blanco, negro y de leche.
 
El chocolate de leche es, probablemente, aquel que más nos recuerda la infancia. Un chocolate más dulce, más tierno, traído por los tíos de la Suiza, en tabletas que quedaban escondidas, en la cajoncillo, como tesoros, a la espera de los momentos especiales. Y nosotros, niños, a espera de poder desembrollar la plata mágica, de espacio, para después saborear cuadradito por cuadradito, dejándolos derretir-se en la boca, de ojos cerrados, mientras el mundo paraba.
 
En esta habitación del chocolate de leche, el chocolate escurre, literalmente, por las paredes. La cabecera de cama es una enorme tableta y las mesillas de noche ya llevaran una dentada de algún huésped más goloso.